30 marzo 2008

Tornado, torbellino, vendaval

Después de dos o tres semanas sin salir, quedamos Rubén y yo a las ocho y media en la cafetería habitual. A pesar de ser media hora más tarde, madrugamos media hora más, ya que coincidió el cambio de hora.

Salimos sobre las nueve en dirección Marchamalo, con intención de enseñarle a Rubén el camino por el canal que habíamos descubierto Chema y yo.

La ida estupenda. Ligera cuesta arriba con el plato grande, dando pedales sin demasiado esfuerzo y veintitantos km/h de media.

La vuelta horrible. Ligera cuesta abajo, con el plato mediano, dando pedales como locos, reventados y a una media ligeramente por encima de los 15 km/h

¿Tengo que decir lo fuerte que era el viento y en qué dirección iba o se adivina?.

Es increible la vuelta, llano con ligera cuesta abajo (va en la dirección que circula el agua del canal, que por cierto iba lleno de agua) y tuvimos que meter el plato mediano. Y llegamos reventados del todo.

Total, 58.12 km, a 17.8 km/h de media, máxima de 37 km/h, 703,6 calorías gastadas menos la panceta en 3 horas y 15 minutos. Por cierto, econtramos en Marchamalo un bar con panceta a esas horas de la mañana. Me temo que se va a convertir en uno de nuestros destinos favoritos.

23 marzo 2008

Otra carrerita

Ayer se pasó el día lloviendo, así que no quedamos para salir hoy en bici. Sin embargo, esta mañana ha amanecido con un día frio, pero soleado, así que me fui a correr.

Salí sobre las ocho he hice mi camino habitual. Empecé muy despacito, recordando el fracaso de la vez anterior. Fué mejor, pero al cuarto de hora me dio un bajón. Empezó a molestarme la pierna y a sentirme cansado. Aguanté hasta el final y es curioso, a partir de los veinte minutos se me pasó todo y seguí corriendo, despacio, para bastante más a gusto.

Estiramientos en la plaza de la juventud y a desayunar. No dí paseo largo, porque el día está muy frio y mientras se corre se pasa rápido, pero paseando se nota más. Hasta cuatro caños, luego hacia el Boisán y vuelta a casa.

19 marzo 2008

Pequeño desastre

Esta mañana salí a correr un poco antes de las ocho. Empecé mal. En los primeros pasos empezó a molestarme el pie y no corrí a gusto. Eso, posiblemente, me hizo forzar de una forma rara la pierna y el caso es que, al cuarto de hora de estar corriendo, empezó a dolerme la pantorilla por el lado externo de la pierna. Así que al cuarto de hora... me paré.

Hace años que no tenía que dejar una carrera a medias. Fuí caminando un rato con la pierna dolorida, hasta que se acabó pasando. Hice los estiramientos en el parque de los bomberos y luego a desayunar.

Luego si dí un paseo, no muy largo, pero por ver qué tal la pierna después de enfriar. En principio sin problemas. Voy a tener que empezar a tomarme en serio lo del calentamiento antes de empezar a correr, puesto que cuando llevo un rato en movimiento el pie deja de molestarme.

A ver si mañana se da mejor.

17 marzo 2008

Aprovechando las vacaciones

Aprovechando las vacaciones, esta mañana salí sobre las ocho para echar mi carrerita habitual, por el camino del rio.

Empecé y seguí despacio, la falta de entrenamiento es más que evidente y no tengo el cuerpo para una carrera "alegre". Los primeros diez o quince minutos, hasta que calientas, se hacen eternos. Luego la carrera, aunque lenta, ya fué "rodada".

Estiramientos en el parque de la Plaza de la Juventud y a desayunar. El paseo posterior más corto de lo habitual. Al ser día laborable hay más gente por la calle y sobre todo, más tráfico, por lo que el paseo es menos agradable.

Por cierto, el otro día cogí la bici y a mis dos hijas y nos fuimos al Alcampo en bici. Invito al Alcalde de Alcalá a que haga lo mismo con sus hijos/hijas. Así quizás deje de pensar tanto en los coches y en vez de hacer el camino de la Esgaravita y el centro la comercial la Dehesa como una salida hacia la nacional II, ponga de una vez el carril bici hasta el final y/o una acera en condiciones. Ya sabes, "Alcalá, Ciudad Sostenible" y fomentar realmente el "usa menos el coche", en vez de limitarse sólo a decirlo para "mira que molón soy, como estoy con el medio ambiente".

15 marzo 2008

Despacito

Esta mañana salí a las ocho a echar la carrera de los sábados, además, salí con ganas.

El sábado pasado no salí y esta semana he estado algo fastidiado con dolores -achaques de la vejez- en una pierna, hasta el punto de hacerme cojear. El Jueves empezó a pasarme y el Viernes, igual que vino, se fué. El encontrar la pierna a punto ha hecho que saliera hoy a correr con ganas.

Hice mi camino habitual por el rio, despacito para no desfondarme, ya que llevaba quince días sin correr y la vez anterior me cansé más de la cuenta. Al final llegué con fuerza y aceleré ligeramente el último kilómetro.

Luego a desayunar y fuí a recoger la bici. La había dejado en la tienda para la revisión de los 1000 km. Me dijo que la cadena podía aguantar tres o cuatro salidas más, pero no mucho más, así que la cambio. Ajuste de frenos, centrado de ruedas, etc, etc. Y lo más importante ... ¡¡ Me la ha limpiado !!. ¡¡ Tengo una bici azul, y no de color barro !!.

Lástima que mañana no me toque estrenarla. Es Domingo de Ramos y la familia es muy estricta con eso. Me toca ponerme guapo y llevar la cámara de fotos ;-)

09 marzo 2008

Marchamalo

Quedamos Chema y yo esta mañana en la cafetería habitual. Rubén se ha lesionado un dedo en el curro y está de baja. Animados por el descubrimiento del camino paralelo al canal ¿del henares?, decidimos seguir dicho camino más allá, hasta Marchamalo.

Salimos de la cafetería sobre las nueve menos cuarto, en dirección Azuqueca por el camino de la Magdalena, luego Alovera. Allí cogimos la carretera hacia Quer, pero nos desviamos a la derecha en una curva de la carretera, para salir al camino paralelo al canal. Seguimos ese camino pasando por un lateral de Alovera, por Cabanillas y hasta llegar a Marchamalo.

Nos gustó el pueblo y en concreto la plaza de la Iglesia. Se ve que el "urbanista" que la diseñó tiene buenas ideas. Los bancos debajo de los árboles, alrededor de él haciendo a la vez de protección para los mismos, un pedazo fuente, el canal con sus barandillas y formando una especie de "paseo", ...

Café con porras (no había llegado el pan para los montados) y vuelta a Alcalá. Esta vez decidimos seguir el camino del canal hasta el final, con lo que llegamos, todo el rato por camino, hasta Meco, salvo los últimos quinientos metros que tuvimos que hacerlos por carretera. Desde Meco dirección Camarma por un camino, hasta la escuela Santo Tomás, y Alcalá.

Ahí va el cuentakilómetros: 58.79 km, a una media de 18 km/h (con Rubén habrían sido cerca de 20), máxima de 41.5 km/h (supongo que en alguna cuesta abajo), 3 horas y 18 minutos de pedaleo, 722 calorías.

02 marzo 2008

Cabanillas


Rubén está malito, así que quedamos sólo Chema y yo en la cafetería habitual. Nos estamos volviendo un poco vaguetes, ya que al no venir Rubén, pensamos la posibilidad de subir a los Santos, pero la descartamos rápidamente. Al final, como Chema tenía que volver relativamente pronto, decidimos hacer la ruta de los pueblos: Azuqueca, Alovera, Quer, Villanueva, Meco y vuelta a Alcalá.

Una vez que llegamos a Alovera, decidimos seguir un poco más allá, puesto que se nos había hecho corto. Guadalajara nos parecía muy lejos, así que decidimos ir a Cabanillas.

Debajo del puente que hay en el camino entre Alovera y Cabanillas, nos están haciendo una mega-obra. Han pasado un rio justo por debajo del puente y hemos tenido que pasar, pegaditos al lado izquierdo, con un precipicio hacia el rio en el lado derecho, en fila india y caminando. Lo del precipicio es exagerar un poco, podía haber una caida de uno o dos metros hasta el agua. Vaya, igualito que en la foto.

En Cabanillas nuestro café con porras -no encontramos panceta-.

A la vuelta preguntamos y decidimos venir pegaditos a un canal que hay, por aquello de evitar el precipicio otra vez. Mira por donde, descubrimos un buen camino para volver. Pegados al canal, desde Cabanillas hasta Alovera el camino es estupendo.

De Alovera a Azuqueca y Alcalá sin novedades, dentro de lo habitual.

01 marzo 2008

Estrenando playeros

Antes de nada y para que quede claro, llamo a las zapatillas de correr playeros, porque así es como se las llama en Gijón. No sé si aquí se las llama o no igual, pero no suelo oirlo.

Salí por la mañana sobre las ocho y cuarto e hice mi recorrido habitual por el rio. Los playeros bastante bien. Las primeras zancadas fueron realmente curiosas, eso de parecer que vas botando. La pega es que con esas nuevas sensaciones creo que fuí más fuerte de lo debido. A los tres kilómetros andaba ya desfondado y tuve que reducir bastante el ritmo, hasta cerca de seis minutos el kilómetro. A ese ritmo pude ir recuperándome y los últimos metros ya los hice a un ritmo normal.

Hace unos días hablé con Rubén sobre los playeros y las sensaciones que había tenido él cuando se compró los suyos. Tenía razón en tres cosas:
  1. La sensación de la amortiguación nueva, sobre todo cuando hay barrillo, que da la impresión de que los pies se te pegan al suelo. No ha sido tan grave como él me comentó, pero yo también peso bastante menos que él y los playeros que me dio el de la tienda son más ligeros y de menos amortiguación.
  2. Las molestias en la carrera desaparecen. Hace tiempo que después de correr me molesta el pie unos días. Esta vez sigue molestándome, pero bastante menos que en las carreras anteriores y supongo, más que nada, porque andaba algo resentido. Espero que de aquí a un tiempo me desaparezca esa molestia por completo.
  3. Con mis pantalones de Errol Flynn y mis playeros refulgentes no te digo qué parezco. ¡¡ Un Errol Flyn espacial !!. Y lo que más me fastidia, es que a pesar de haberme metido en el barro, los playeros ni siquiera se han manchado.