21 febrero 2009

A los Santos de la Humosa

Mañana trabaja Chema, así que quedamos hoy para ir con la bici. Al ser sábado, quedamos en la cafetería en la que solíamos quedar antes, a las ocho de la mañana. Esta vez fuimos más o menos puntuales los tres.

Al ser sábado hay más tráfico, así que casi el único camino posible es ir a los Santos de la Humosa y Anchuelo, ya que es todo camino y por esa zona hay bastante menos tráfico que por Azuqueca, Meco,... Así que muy a pesar de Rubén, tiramos a los Santos.

Llegamos sin novedad, incluso a pesar de que hace mucho tiempo que no subía, no me cansé especialmente. En los Santos descansamos un ratillo donde la plaza de toros y luego tiramos a Anchuelo, donde nos esperaba nuestro montado de bacon y un perro con el que compartimos (Chema) el apertivo.

Bajada a Alcalá por el parque natural. Llegamos prontito, sobre las once y media. El cuenta kilómetros: 30.6 km, a 15.4 km/h de media (se nota la subida), máxima de 40.9 km/h (se nota la bajada), 387 calorías gastadas, en 1 hora 59 minutos de pedaleo.

15 febrero 2009

Empieza el buen tiempo

Esta mañana quedamos Chema y yo en al cafetería habitual. Rubén era incógnita, porque tenía rota la bici y el viernes por la noche todavía no la había arreglado. Al final apareció. Fue el sábado por la mañana a bicialcalá, le echaron una pequeña bronca amistosa por hacer el bruto con la bici (tenía todos los rodamientos fastidiados, la cadena oxidada por la nieve, ...) y se la arreglaron en el momento. Así que allí estabamos los tres, dos a las ocho en la cafetería habitual y un poco más tarde el tercero.

Salimos en dirección Guadalajara, Cabanillas, Marchamalo, sin tener muy claro a cual de los tres ibamos a llegar. La ida fue bastante bien y en el sitio donde tocaba decidir pueblo, Chema comentó que en Cabanillas había una zona con bares y que era típico tomarse la panceta. Para qué queremos más, la decisión quedó inmediatamente tomada, a Cabanillas.

Nos tomamos nuestra panceta en Cabanillas y luego de vuelta. Se notó un montón que Rubén ya tenía la bici bien (básicamente, que andaba) y tiró alante y nos dejó atrás. Al final Chema y yo fuimos por el canal hacia Alovera y allí nos dio un toque Rubén. Quedamos en la rotonda de Alovera.

Y se nota que empieza el buen tiempo. Llegando a Alcalá, por la parte de atrás de Alcampo, parecía aquello la calle mayor a las siete de la tarde. Había grupos de ciclistas yendo y vieniendo, gente corriendo, caminando, e incluso grupos parados en medio del camino, a un metro o metro y medio unos de otros charlando tranquilamente. Lo justo para tener que ir haciendo eses.

El cuenta kilómetros: 47.66 km, a 19.1 km/h de media, máxima de 40.8 km/h, 643.7 calorías gastadas en 2 horas y 29 minutos de pedaleo.

11 febrero 2009

Hay más chalados

Esta mañana salí a correr sobre las seis y cuarto. Hice el recorrido habitual estos días por los chalets. A los cinco minutos de correr vi que el cuerpo empezaba a tirar más, pero tras la experiencia de la última vez, decidí frenarlo un poco. Así que fuí a un paso animado, pero controlando no llegar agotado al final.

Me hizo gracia ver a uno, con pinta de sudamericano, también corriendo a esas horas de la mañana. Este iba bastante más deprisa que yo y a pesar del frio, no iba muy abrigado que digamos: camiseta de manga corta y pantalón corto. Eso sí, llevaba un ritmo endemoniado, no sé si por el sprint final de vuelta a casa o porque es su ritmo de correr.

Total, unos cinco kilómetros en unos 25 minutos, sin llegar a la meta demasiado agotado. Luego los estiramientos en el parque de los bomberos, esta vez sin hielo, pero con más charcos.

08 febrero 2009

Bici después de un mes

Aprovechando que este fin de semana apenas ha llovido, quedamos esta mañana a las ocho en la cafetería habitual Chema, Rubén y yo. Como todo iba a estar embarrado, la idea era ir a Loeches por carretera. Intuía que acabaríamos en Arganda, porque Loeches es poca distancia y así fue, acabamos en Arganda.

Antes de subir la cuesta del Zulema, Rubén decidió darse la vuelta a casa. Tenía el pedal un poco fastidiado y veía que en cuanto hiciera fuerza se iba a quedar sin él. Ya en la última salida con la nieve, se le atascó y tuvo que hacer un arreglillo.

Seguimos Chema y yo. Como me temía, al llegar a Loeches eran sólo las nueve y media, así que Chema propuso ir a Arganda (inesperadamente). Después de callejear un poco por Loeches y perdernos, acabamos encontrando la carretera de Arganda y allá fuimos.

En Arganda del Rey no llegamos a la plaza principal. Yendo de camino a ella, vimos un mesón/cafetería que nos gustó y directamente nos metimos ahí a tomar nuestro montado de panceta.

La vuelta sin incidencias, salvo que desde Arganda hacia Loeches es más subida de lo que pensaba y me dejó agotado perdido. Chema me adelantó y no se perdía en la distancia porque de vez en cuando se paraba a esperarme. De Loeches a Zulema ya sólo hay par de cuestecillas fuertes,pero yo estaba derrotado.

Al final, en Alcalá sobre las doce de la mañana. El cuentakilómetros : 51.62 km, 19.1 km/h de media, 49.2 km/h de máxima, 781.2 calorías gastadas en 2 horas 41 minutos de pedaleo.

Mañana descanso: ni correr, ni mancuernas, ni levantarse de la cama. Que me vengan a buscar los del trabajo si quieren algo.

07 febrero 2009

Un descanso de lluvia

Esta mañana, a las siete y media no llovía, así que rápidamente cogí los "chismes" de correr, me disfracé de corredor abrigado y me eché a la calle.

Pensando que estaría todo embarrado, hice el mismo recorrido de los chalets que cuando corro entre semana. La carrera fue bastante bien, lo que pasa que me animé demasiado pronto y según iba calentando iba corriendo cada vez más fuerte. Al cuarto de hora aminoré un poco y ya me lo tomé con calma hasta el final. Hice unos cinco kilómetros en algo menos de media hora.

Luego hice los estiramientos en el parque de los bomberos. Allí no había demasiados charcos ni barro, sólo hielo y más hielo. Eso sí, no se podía pisar porque o bien se rompía y te mojabas, o bien dabas el resbalón.

Luego a desayunar y mi paseo habitual al parque O'Donell.

06 febrero 2009

Y no para de llover

hommer simpson
Esta mañana se repite la historia de los últimos días: Llueve.

Harto de vaguear dos días seguidos, sobre las seis he vuelto al armario de las mancuernas y he hecho la tabla de siempre. Esta vez no me ha costado demasiado, así que supongo que dentro de poco tendré que subir un poco el peso en determinados ejercicios. Aunque también puede ser debido al descanso de dos días ;-)

Mañana creo que siguen dando lluvia y el domingo, con el barro, lo veo fastidiado. Con tanta lluvia, creo que de aquí a unos días acabaré como el de la foto.

03 febrero 2009

Otra vez entre semana


Parece que esta vez me lo he tomado un poco más en serio. Es la segunda vez que salgo entre semana a correr. Salí a las seis de la mañana he hice mi recorrido por los chalets, el que hace años que no hago, el de la foto.

Empecé la carrera bien e incluso la terminé con fuerza, siendo los últimos 500 metros los que más rápido fui, sin llegar a dar ningún acelerón. Se ve que las ganas de salir a correr (o las sentadillas con pesas que hice estos últimos días) han dado su fruto. En total unos cinco kilómetros en algo menos de seis minutos (yo creo que sale a cinco y medio kilómetros por minuto)

Veamos mañana que nos depara la pereza y el tiempo.

02 febrero 2009

Llueve.... ergo mancuernas

Pues nada, ayer lloviendo (dice Chema que tendremos que cambiar la bici por una piragua) y hoy también. Ayer me lo tomé de descanso, eso sí, dando el consabido paseo al parque O'Donell paraguas en ristre, Pero hoy he vuelto al armario a coger los chismes esos que no sé quién habrá inventado: las mancuernas.

A las seis, una tabla de ejercicios, la habitual. Luego los estiramientos, espatarrado en la alfombra de casa, una ducha y al curro.