Ayer no fuí a correr porque llovía por la mañana o amenazaba claramente lluvia.
Como parece que Chema se ha echado atrás para la bicicleta de hoy, es un rollo bicicletear por los caminos embarrados y encima amenazando lluvia, he salido yo solo a correr. Por fin, después de dos semanas sin ir.
Salí a las ocho y media e hice el recorrido de los chalets del Val, es decir, Lope de Figueroa hasta la plaza de la Juventud, vuelta por la avenida de la virgen del Val, a la izquierda por la calle Avila, en el primer cruce a la derecha hasta la calle Cuenca, a la derecha nuevamente hasta llegar nuevamente a la calle Avila, por la calle Avila hasta la última calle a la derecha antes de la rotonda, hasta el final, a la derecha, nuevamente a la derecha otra vez hasta la calle Avila, hacia la rotonda y Lope de Figueroa hasta el parque de los bomberos. Un día haré un mapa.
Me encontré con otro señor que debía hacier footing como yo, dando vueltas por ahí, porque me lo cruce hasta tres veces en sitios distintos.
Llevé el pulsómetro y cronometré. Fueron unos cinco km en 27 minutos, 22 segundos y manteniendo las pulsaciones entre 150 y 155 casi todo el camino. Más altas que la vez anterior, por lo que imagino que se nota la falta de ejercicio durante dos semanas.
En el parque de los bomberos unos ejercicios de fuerza con las piernas y luego los estiramientos de costumbre. Al terminar, lo que yo creo que es en realidad el motivo de salir a esas horas de la mañana: periódico y a la cafetería a desyunar. Por cierto, que "El Pais" del domingo ya vale 2€.
22 octubre 2006
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