Esta mañana salí sobre las 8 y media, corriendo desde el portal de casa en dirección al Alcampo, camino de la esgaravita y por la parte de atrás de Alcampo hasta terminarse el camino, justo después de pasar el Leroy Merlin. Vuelta hasta la rotonda en la calle Avila, donde empieza el camino de la Esgaravita.
Llevaba el pulsómetro y el ritmo cardíaco, a pesar de ser la carrera lenta, iba bastante más alto de la habitual, sobre las 160 y el último kilómetro y medio alrededor de 165. Se nota la falta de entrenamiento. En total unos casi seis kilómetros en 32'07''
Leí en cierta ocasión, y eso explica lo que me pasa casi siempre, que a la vuelta de las vacaciones de verano y con la llegada del Otoño la gente suele coger ligeras depresiones. Los que tienen tendencia a ello las pillan de verdad, y los que no tienen tendencia a ello simplemente se vuelven algo vagos y con menos ganas de lo habitual de hacer cosas.
Sí es cierto que en primavera suelo empezar a correr un poco más en serio, llego al verano con buena forma, pero es volver de las vacaciones y dejo de correr o me cuesta mucho ir a ello. Este temporada de pereza me suele durar dos o tres meses y cuando empiezan los frios del invierno es cuando suelo animarme otra vez a correr. Quizás porque en invierno se sale menos a la calle y tengo más "mono" de ella.
28 octubre 2006
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