Hoy me ha dado pereza la bici, llevo mucho tiempo sin cogerla y ya se sabe, cuesta mucho hasta que se coge por primera vez. Así que he ido a correr.
He salido sobre las ocho y media de la mañana, con tranquilidad. He hecho el recorrido de la imagen que me ha llevado 44'07". Luego estiramientos en el parque de los bomberos, periódico y a desayunar en la cafetería a la que iba antes.
Allí, el camarero de siempre, después de tardar un buen rato en atenderme, se acercó apenas sin mirarme ni decirme hola, me soltó un croisant a la plancha y se fué. Ni cubiertos, ni café, no "buenos días". Le recordé que NUNCA he tomado con él croisant, que SIEMPRE he tomado tostada, vaya, que le dije un "tostada" mientras escapaba a la carrera después de dejarme el croisant en la mesa.
Después de otro buen rato, ya me trajo el café, al menos se acordó que lo tomo en taza, y los cubiertos. Otro buen rato más tarde me trajo la tostada. Creo que voy a tener que seguir yendo a la nueva cafetería a la que voy últimamente, donde la camarera argentina me ha pillado rápidamente el truco y me pone el "desasuno", como dice ella, que es argentina y no pronuncia las "y", sin necesidad de pedirlo. Es curioso el acento argentino. El otro día me llamó la atención en un culebrón de la tele como pronunciaban "mesiso", mellizo, que ni pronuncian ni la "ll" ni la "z". Me gustaría saber qué palabras nuestras les chocan a ellos cuando las pronunciamos.
14 enero 2007
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