Ayer todavía me dolían las piernas, así que salí a correr sin mucho convencimiento. Me dediqué a dar vueltas al parque del Lauredal durante media hora, a trote cochinero. De hecho, un tio que estaba allí me dobló en dos ocasiones. En el tiempo que yo dí cuatro o cinco vueltas, no recuerdo, él dio dos más. Ya estaba corriendo cuando llegué y siguió corriendo cuando me fuí.
Le estuve dando vueltas a lo del dolor de piernas y creo que ya sé por qué es. No tenían pinta de agujetas por subir cuestas, a la Campa de Torres. Las agujetas de subir cuestas son de otra manera. Lo de estar de pie una hora esperando por la cometa de las niñas tampoco me parecía que fuera motivo para tener las piernas doloridas.
Haciendo memoria, recuerdo que estuve también como hora y media jugando a hacer castillos de arena en la playa con las crías, en cuclillas, te levantas, te vuelves a poner en cuclillas, etc, etc. Estoy casi seguro que ha sido eso. Hoy ya hace dos días de eso y todavía las tengo doloridas. Si al final el mejor ejercicio va a ser hacer castillitos de arena.
01 agosto 2006
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