Aprovechando este día festivo salí a correr esta mañana, sobre las ocho menos cuarto.
Sigo hecho polvo y fatal. Hice algo más de seis kilómetros en 36'45''. Además, el pulsómetro se puso en 150 enseguida y casi toda la carrera, a pesar del ritmo lento, estuve entre 150 y 160 pulsaciones por minuto.
El recorrido fué el del sábado anterior, pero un poco más largo. Fuí por el camino de la Esgaravita, pasé por detrás del Alcampo, pasé el Leroy Merlin y la fábrica de Avon. Cuando empieza la carreterilla, me dí la vuelta y hasta la rotonda de la calle Avila.
Luego, en el parque de los bomberos, unos pequeños ejercicios de fuerza con las piernas y los estiramientos de rigor.
Chema me comenta que su sobrino Rubén, que ha empezado a hacer ejercicio no hace mucho, es capaz de correr sus once-doce kilómetros, despacito, despacito, un una hora y media aproximadamente, pero sun once-doce kilómetros. Yo llevo muchos años corriendo y se ve que soy mucho más vago, hoy con apenas siete kilómetros, voy que chuto.
01 noviembre 2006
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