Nuevamente sigo perezoso. A pesar de que el martes fue fiesta aquí en Madrid, no fuí a correr. El resto de los días tampoco, hasta hoy Sábado.
Me he dado la vuelta habitual estos días por el camino del rio.
Sin embargo, hoy ha sido un poco extraño. Normalmente los 5 ó 10 primeros minutos de carrera me cuestan, hasta que caliento. Luego corro más o menos bien al final. Hoy no me ha costado empezar a correr, pero he llegado bastante más cansado al final. Quizás al empezar, al no sentir cansancio, lo hice más fuerte de lo normal.
A ver si empiezo de una vez un poco más en serio, porque me estoy convirtiendo en corredor dominguero, de los que sólo salen el fin de semana un ratito. Es mejor que nada, pero no es lo ideal.
06 mayo 2006
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