Hoy es la primera carrera del año por Alcalá.
Salí sobre las nueve de la mañana. Mis hijas se levantaron ambas sobre las ocho y algo, por lo que me entretuve con los desayunos y demás. Ese es el motivo de haber salido un poco más tarde lo habitual.
Hice mi recorrido de siempre y al principio bien. Sin embargo, los últimos metros me costaron bastante, a pesar de ir despacio, y tuve que reducir aún más el ritmo para poder acabar dignamente.
Luego los estiramientos en el parque de la juventud. Por cierto, ahí puedo comprobar nuevamente la diferencia entre cualquier ciudad civilizada fuera de la provincia de Madrid y una ciudad en Madrid o dormitorio de Madrid, donde lo que importa es crecer desmesuradamente a costa de la mala calidad de servicios. En Gijón, cuando podan los árboles, va el señor que poda y debajo está el camión que recoge las ramas. La poda se hace y cuando se van, queda el árbol podado y sólo el árbol podado. En Alcalá un día pasa el señor que poda y cuando se va, queda el árbol podado y miles de enormes rama por el suelo, haciendo del parque una zona insegura para que jueguen los niños, durante varios días, hasta que finalmente pasa el camión que recoge las ramas. El parque de la Juventud, incluida la zona de juego de los niños, estaba hasta arriba de enormes ramas recién podadas y amontonadas.
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3 comentarios:
Ojalá el problema de la Plaza de la Juventud fuese ese. Date una vuelta cualquier domingo por la mañana y luego hablamos. Es simplemente lamentable.
He llegado hasta aquí desde Toupeiro. Saludos, Viriato.
Como comento, suelo hacer los estiramientos en ese parque casi todos los sábados y algún que otro domingo. Efectivamente, del problema de los restos de botellón ya he hablado en alguna ocasión...
Se bueno.
Eso también pasa aquí algunas veces, por suerte es más habitual lo del camión.
Se bueno.
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