29 junio 2008

Daganzo

Para evitar el calor, esta mañana quedamos a las siete y media, hora en que abren nuestra cafetería de los Domingos. Sobre las ocho nos pusimos en marcha dirección Daganzo y rezando para que el Torote no llevara mucha agua.

Efectivamente, llegando al Torote, vimos que llevaba mucha agua. Afortunadamente, el ejemplo de Rubén hace ya casi un año, dejando un piedrón en el rio, fue seguido por otros supongo que esforzados ciclistas y ahora hay varios piedrones que permiten pasar sin problemas. Según llegas al rio desde Alcalá, el paso está por la derecha, entre las hierbas.

Llegamos muy tempranito a Daganzo, no eran todavía las nueve. Ahí, preguntándonos si a esas horas ya habrían matado al cerdo que nos iba a suministrar la panceta, dejamos a Rubén que pidiera. Ni lo dudó, directamente montado de panceta y sin equivocarse.

Luego dijimos de hacer la vuelta con calma, puesto que era temprano, pero no hay manera. Primero, en la cuesta arriba de después del Torote, Rubén se puso a ello nada más pasar el rio, para que no le dejaramos muy atrás, así que sin descanso le seguimos y le pasamos. Arriba Chema hizo amago de pararse, pero Rubén y yo no, así que cuesta abajo a toda leche. Al salir de Camarma dirección Alcalá, Rubén se empeñó en que quería llegar el primero, Chema en que de eso ni hablar y yo por supuesto no iba a quedarme atrás, así que carreras, a correr y a carreras y a seguir corriendo. Llegamos a Alcalá en un pis-pas. A las once estabamos en casa.

Total, 35.64 km, a 16.7 km/h de media, máxima de 39.9 km/h, 458 calorías en 2 horas y 7 minutos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

458 calorias no son mucho desgaste para tanta panceta.
Que rico el jamon york!!!!!!!!!