07 diciembre 2006

Caminar

El otro día estuve comentando con un amiguete lo de ir a caminar. Anda un poco preocupado con su peso y me preguntaba sobre lo efectivo que era y si había que caminar deprisa.

En teoría depende de lo que se pretende con el ir a caminar.

Si es como en su caso, que quiere perder peso, no importa la velocidad a la que se camine. Lo importante es la distancia que se haga. Da igual hacer diez kilómetros caminando deprisa o despacio, el consumo de calorías es básicamente el mismo. Eso sí, si tenemos una hora disponible para ir a caminar, haremos más distantica caminando deprisa que caminando despacio, así que es más efectivo caminar deprisa. Sin embargo, si decidimos en nuestro rato de caminar ir hasta la farola bonita que descubrí el otro día a cinco kilómetros de casa, dar la vuelta alrededor de ella y volver, da igual la velocidad a la que caminemos.

El adelgazar al final es cuestión de calorías. Al día comemos una cantidad de calorías y consumimos otras. Cuando menos comamos y más ejercicio hagamos, más adelgazaremos. De todas formas, esto no quiere decir que haya que dejar de comer y no parar en todo el día. Basta, como los médicos aconsejan, comer de todo y variado, en las proporciones y cantidades adecuadas y, sobre todo, evitar el sillón en lo posible.

Otro tema importante es que no es necesario disponer todos los días de una hora para caminar. El consumo de calorías es igual si andamos la hora toda seguida que si andamos la hora a trozos a lo largo del día. Gastamos las mismas calorías en ir y volver a la farola que está a cinco kilómetros que si bajamos la escalera de casa andnado, caminamos diez minutos hasta el tren, otros diez minutos hasta el trabajo. En el trabajo, a la hora del café nos vamos a una máquina o cafetería algo más alejada, volvemos otros diez minutos caminando al tren, otros diez minutos del tren a casa, subimos la escalera andando, bajamos con la mujer y los niños y nos vamos a merendar en vez de a la cafetería de la esquina a la cafetería que queda de camino a la farola de los cinco kilómetros, ...

Entonces, ¿da igual ir despacio?. Lo dicho, para consumo de calorías y adelgazar sí. Sin embargo, si se camina deprisa se hace trabajar más el corazón, se hace que vaya más deprisa y nos suban las pulsaciones. Eso dentro de un límite es bueno, porque hace más fuerte al corazón, aumenta nuestra capacidad pulmonar, mejora el riego sanguíneo, etc, etc. Caminando a paso animado, conseguimos beneficios adicionales.

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