Es increible. Dejé ayer de descanso y hoy fui a correr otra vez, como siempre. Salí de la Casa del Mar sobre las ocho, pero sin demasiada gana. Fuí despacito y con ganas de dejarlo, el cuerpo parece que no quería correr.
Al llegar al muelle hice trampa, no tiré hacia el Eulogio, sino que acorté por la Playa Mayor y me paré en la escalera 2, donde hice mis estiramientos. Luego fuí caminando tranquilamente hasta la escalera 11 a desayunar en casa de mis padres.
Estos dos días bajo de ganas de correr/cansancio me hacen pensar cosas raras. ¿Estaré pillando algún catarro/gripazo?. Es raro porque nunca los pillo, pero sí es cierto que aquí en Gijón ha cambiado algo el tiempo y si se levanta el viento y te pilla a la sombra, hace bastante fresco.
¿O quizás el relax de las vacaciones quita el nivel permanente de adrenalina que mantiene el stress del trabajo y eso hace que estemos menos preparados para el ejercicio físico?.
En fin, supongo que no tiene importancia y que en cuestión de unos días, si no me entra la depresión de la "vuelta al cole y al curro", estaré de nuevo en forma.
Más tarde, sobre las once, me fuí caminando hasta el final de la Playa de Poniente, al lado del museo del Ferrocarril y eché otra carrera hacia la Playa de Arbeyal. Esta vez la hice con algo más de ganas y a un ritmo algo más fuerte, pero no deja de ser una carrera corta de un par de kilómetros.
28 agosto 2008
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