22 marzo 2009

Marchamalo


Esta mañana quedamos Rubén, Chema y yo en la cafetería habitual a las ocho. Mi idea, por cambiar un poco, era ir a Torrejón del Rey, pero Chema venía con un trancazo de mucho cuidado y pensamos que mejor Guadalajara, que al menos es llano todo el camino y requiere menos esfuerzo.

Nos pusimos en marcha y al llegar a la rotonda que hay después de Alovera, en la que debemos decidir si Guadalajara, Cabanillas o Marchamalo, Rubén se emperró en Marchamalo. Chema le advertía que el bar de la panceta de Marchamalo había cerrado, pero Rubén no se creyó nada. Tiramos en dirección Marchamalo. El viento en contra nos hacía duro el camino.

La verdad, es que desde esa rotonda, aunque hay unos cinco kilómetros más a Marchamalo que a Guadalajara, el camino se hace más corto, ya que de la rotonda a Marchamalo han puesto una carretera (que seguimos en parte) y un camino lateral ancho y bastante arreglado, por lo que se hace mejor.

Al llegar a Marchamalo, efectivamente, el bar habitual de la panceta estaba cerrado, así que buscamos otro que Chema recordaba haber visto. Lo encontramos sin problemas, cerca de la plaza del pueblo (ver foto) y allí nos tomamos la panceta.

La vuelta se hizo muy rápida ya que es ligera cuesta abajo (el rio Henares y el canal fluyen en esa dirección) y el viento venía de espaldas. Hasta Azuqueca en un pis pas y sin novedad. En Azuqueca noté la rueda delantera bastante desinchada, imagino que un pequeño pinchazo. En vez de cambiar la rueda, me arriesgué a hincharla y ver cuánto aguantaba. Fue bastante bien y a mitad de camino de Alcalá tuvimos que parar a volver a hincharla.

De regreso en Alcalá sobre las doce de la mañana. El cuentakilómetros: 56.26 km, 19.3 km/h de media, 40.5 km/h de máxima, 787 calorías, 2 horas 54 minutos de pedaleo.

Aquí la versión de Chema.

1 comentario:

somache dijo...

El montado de panceta, muy bueno, pero un poco caro.